El Boletín kalimotxero

Hoy el tontopan de la semana viene en forma de noticia. Atentos. Resulta que Kimberley Vlaminck, una tía de 18 años, se quería tatuar 3 estrellitas en el careto. Va a donde Rouslan Toumaniantzy (a partir de ahora le llamaré psicópata deforme) se encuentra con el personaje que veis en la foto. Para empezar, yo no dejaría que un tío así se acercase a mi cara con un aguja. Ni sin ella.

El problema es que el tío entendió que la niña quería 56 estrellas en su cara. ¡56 estrellas! ¡Ni 55 ni 57! ¡56 justas! Al principio le gustó, se fue de la tienda más contenta que el pipas... hasta que le vió su padre.

Versión de ella: La tía dice que le pidió 3 estrellas cerca de su ojo izquierdo y que se durmió mientras le hacían el tatuaje. Se despertó y ¡sorpresa! Ahora dice que está dispuesta a dejarse las de la frente.

Versión de él: "Los tatuajes se pueden eliminar con laser y estoy dispuesto a pagar la mitad de la operación. Pero sigo manteniendo que ella me pidió 56 estrellas en el lado izquierdo de su cara." También asegura que ella se miró varias veces al espejo para ver como iba todo. "El tatuaje le gustaba hasta que le vieron su padre y su novio. Ahora dicen que le drogué o le hipnoticé. ¡Qué gilipollez!" Esta versión está apoyada por una testigo.

Versión de Aitor: con sus 18 primaveras, Kim tiene menos sangre que el bigote de una gamba y se siente una mierda porque todo el mundo pasa de ella. En vez de cortarse las venas como un emo más, decide hacer una gilipollez para llamar la atención y se le ocurre llenarse la cara de tatuajes. Va donde el montruo deforme y le dice que le haga el tatoo. ¿Quién coño se puede dormir cuando tienes a un psicópata deforme taladrándote la cara con una aguja? No me lo creo. Le gusta el tatoo. Se va a casa. Le ve su novio. Inmediatamente le abandona y se lía con la mejor amiga de Kim. Le ve su madre. Se tira por el balcón. Le ve su padre. Le zampa una hostia que se le caen 2 estrellas (yo he contado 54 en la foto). Viendo el panorama, Kim decide montar toda esta película para salir del marrón. Ahora si se opera con el laser le quedarán unas marcas blancas en forma de estrella. Hasta entonces Kim va por la calle con una capucha enorme que le tapa la cara lamentándose de lo cruel que es la vida y lo triste de su existencia. Tiene que ser muy duro ser tan idiota.